Enfermedades cardíacas en mascotas: síntomas y prevención

Las enfermedades cardíacas en mascotas son una de las principales causas de problemas de salud en perros y gatos, especialmente cuando son mayores. Aunque algunos problemas cardíacos son congénitos, la mayoría se desarrollan con el tiempo debido a factores como la edad, genética o incluso la alimentación. Estas enfermedades pueden afectar tanto al corazón como a sus estructuras circundantes, causando dificultades en la capacidad del corazón para bombear sangre de manera efectiva. Por eso, la detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para proteger y mejorar la calidad de vida de nuestros compañeros de vida.

Principales enfermedades cardíacas en perros y gatos

Las enfermedades cardíacas en perros y gatos varían en origen y gravedad, pero suelen estar relacionadas con el envejecimiento, predisposición genética o infecciones. En general, las patologías más comunes incluyen la insuficiencia cardíaca congestiva, que afecta a la capacidad del corazón para bombear sangre correctamente, y las enfermedades de las válvulas cardíacas, donde las válvulas se deterioran o no se cierran completamente.

Por un lado, en perros, especialmente en razas pequeñas y medianas, la enfermedad valvular degenerativa es bastante común. Este trastorno ocurre cuando las válvulas se engrosan y no sellan bien, lo que provoca fugas de sangre en el corazón. Por otro lado, los gatos son más propensos a desarrollar miocardiopatía hipertrófica (MCH), que es una enfermedad en la que las paredes del corazón se engrosan, dificultando su capacidad para bombear sangre de manera eficiente. Otra patología relevante tanto en perros como en gatos es la cardiomiopatía dilatada, con la cual las paredes del corazón adelgazan, debilitando su función.

Síntomas comunes de enfermedades cardíacas en mascotas

Las enfermedades cardíacas en mascotas se manifiestan a través de una variedad de síntomas, algunos de los cuales son sutiles al principio y empeoran a medida que avanza la enfermedad.

Síntomas comunes en las primeras etapas 

• Tos persistente: principalmente en perros, la tos, sobre todo en la noche o tras el ejercicio, es uno de los primeros signos de insuficiencia cardíaca. La causa podría ser la acumulación de líquido en los pulmones debido a la mala circulación.

• Falta de energía: las mascotas que antes eran activas empezarán a mostrar fatiga durante paseos o juegos en los que no ocurría previamente. Este cansancio prematuro es un signo claro de que el corazón no está bombeando sangre adecuadamente.

Síntomas más avanzados o graves 

• Dificultad para respirar (disnea): tanto en perros como en gatos, una respiración rápida, jadeo excesivo o la aparición de sonidos extraños al respirar indican la acumulación de líquido en los pulmones, lo que supondría un escalón más de gravedad frente a la tos persistente que se observa en las primeras etapas.

• Desmayos o colapsos: episodios de colapso o desmayo pueden deberse a una falta momentánea de oxígeno en el cerebro, lo cual es un síntoma preocupante en etapas avanzadas.

• Inflamación abdominal: la acumulación de líquido en el abdomen (ascitis) es otro síntoma común, sobre todo en perros. Este signo está relacionado con el fallo del lado derecho del corazón.

• Pérdida de apetito y peso: en casos graves, los gatos y perros con problemas cardíacos dejan de comer y pierden peso rápidamente. Este síntoma suele ir acompañado de letargo extremo.

Prevención de enfermedades cardíacas en mascotas

La prevención de enfermedades cardíacas en mascotas es complicada, ya que muchas de ellas tienen un componente genético o congénito. Sin embargo, existen varias medidas que los propietarios pueden y deben llevar a cabo para minimizar los riesgos y mejorar la calidad de vida de sus mascotas.

• Visitas al veterinario regulares: la prevención más efectiva es la detección temprana. Realizar chequeos veterinarios regulares, al menos una vez al año, permite identificar posibles problemas cardíacos antes de que se agraven. Los veterinarios realizarán pruebas como ecocardiogramas o radiografías para evaluar la salud del corazón.

• Dieta equilibrada: una alimentación adecuada y balanceada es clave para la salud cardíaca de las mascotas. Las dietas ricas en grasas o sal contribuyen al desarrollo de problemas cardíacos, pero existen alimentos específicos centrados en preservar la salud cardíaca en perros y gatos, por lo que es una gran idea tratar el tema con tu veterinario y seguir sus recomendaciones.

• Control del peso: dos de los mayores factores de riesgo para la salud del corazón en humanos son el sobrepeso y la obesidad, y la situación es la misma tanto en perros como en gatos. Mantener a las mascotas en un peso saludable mediante una dieta adecuada y ejercicio regular es una forma efectiva de prevenir problemas cardíacos.

• Ejercicio regular: ligado al método preventivo anterior, el ejercicio moderado y adaptado a las capacidades físicas de tu mascota es esencial para mantener un corazón sano. Los perros necesitan paseos diarios y juegos activos, mientras que los gatos adoran los juguetes interactivos que fomentan la actividad física. No obstante, es importante evitar ejercicios excesivos, particularmente si el animal ya muestra síntomas de problemas cardíacos.

• Prevención de parásitos: la dirofilariasis, o infección por gusano del corazón, es una enfermedad prevenible con medicamentos antiparasitarios. Estos tratamientos son fáciles de administrar y ayudan a evitar una afección potencialmente mortal, pero recuerda no empezar ningún tratamiento sin consultarlo antes con tu veterinario.

• Control del estrés: el estrés prolongado también afecta a la salud cardíaca de las mascotas. Intentar crear un entorno tranquilo y evita situaciones que generen ansiedad, especialmente para los gatos, que son más sensibles en este aspecto.

En Clínica Veterinaria Taoro, somos expertos en la detección y tratamiento de enfermedades cardíacas en mascotas

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